“Cada primavera es la única primavera, un asombro perpetuo”. Ellis Peters
La primavera ya está aquí para algunas personas en el mundo, pero aunque vivas en un país tropical o en el hemisferio sur, la idea de revisar nuestras pertenencias, resetear y limpiar nuestra mente y nuestro entorno puede ser muy beneficiosa.
Simplemente nos da una excusa para mirar hacia adentro y reflexionar sobre cómo van las cosas en todas las áreas de nuestra vida. Como sabrás, siempre he sido partidaria de un enfoque integral y más holístico del ser humano, y por eso considero importante abordar todas las esferas de nuestra vida, sin dejar de lado una u otra. Al final del día, todos ellas contribuyen a nuestro bienestar general.
Nos centraremos hoy en la mente:
- Te sugiero que encuentres un tiempo y un lugar que puedas dedicarte exclusivamente a ti mism@, sin estar realizando cosas importantes al mismo tiempo, sin que las listas de tareas te den vueltas en la cabeza o posibles distracciones e interrupciones.
- Una vez que hayas encontrado un lugar cómodo, enriquece el ambiente eligiendo incluir en tu espacio algo que te ofrezca comodidad o inspiración, como una mascota querida, un árbol, un aroma, una planta, música relajante. Lo que funcione mejor para ti.
- Consigue una hoja de papel, un cuaderno o lo que prefieras para repasar 6 preguntas que te servirán de guía para este ejercicio de diario.
1. ¿Qué estás consumiendo a nivel mental?
Normalmente, cuando pensamos en consumo, pensamos en mercancías, comida, ropa. Pero cualquier tipo de información que llegue a través de los sentidos puede dejar su impresión en nosotros y en nuestra mente.
Esto incluye lo que escuchamos, como conversaciones, noticias, series, redes sociales, películas, música o sonidos de la naturaleza. Esto también incluye lo que vemos, olemos, saboreamos, tocamos; lo que leemos, el contenido con el que interactuamos y la forma en que interactuamos con él.
Puede que no sea lo mismo si te relajas por la noche con un poco de lectura, usando un libro físico, en lugar de relajarte leyendo en tu teléfono celular, mientras estás expuesto a la luz azul, las notificaciones y muchas posibles distracciones e interrupciones.
No hay una respuesta correcta o incorrecta aquí. Solo quiero animarte a que tomes conciencia de tus hábitos de consumo respecto a nuestra mente y el posible impacto de dichos contenidos en nuestro bienestar mental.
2. ¿Te aferras a alguna creencia limitante?
Las creencias limitantes pueden ser difíciles de detectar a veces, porque se disfrazan detrás de la pretensión de mantenerte a salvo y dentro de tu zona de confort. Sin embargo, las creencias limitantes generalmente tienen su origen en un pensamiento distorsionado y no están alineadas con la realidad.
Pueden ser el resultado de la falta de confianza en uno mismo, de valorarnos a nosotros mismos en función de las expectativas de otra persona o de nuestros logros externos.
Cuando aparecen creencias limitantes en forma de pensamientos como: no podré lograrlo, esto no se puede cambiar, no tengo lo que se necesita; busca desafiarlos y evidencia contraria. Ten en cuenta que la mayoría de ellos se basarán en percepciones poco realistas de las circunstancias y de ti mismo.
3. ¿Estás dejándote llevar por la autocrítica y el autosabotaje?
La autocrítica es otra forma en la que nos vemos atrapados en un pensamiento distorsionado, lo que podría llevarnos al autosabotaje e impactar negativamente en nuestra salud mental y emocional.
Si establecemos estándares imposibles para nosotros mismos, si constantemente comparamos nuestro camino y ritmo con los demás y nos damos cuenta de que nos estamos condenando a nosotros mismos simplemente por ser humanos, imperfectos y no una versión irreal e inalcanzable de una persona, estaremos sembrando semillas para el descontento y el auto- depreciación.
No hay necesidad de ser duros y castigarnos de esta manera. Necesitamos abrazar nuestra humanidad, mientras construimos poco a poco los hábitos y cambios beneficiosos que queremos integrar en el futuro.
4. ¿Qué tipo de lenguaje estás usando cuando te hablas a ti mism@?
Muy relacionado con el punto anterior está la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. Normalmente esto sucede completamente dentro de nuestras mentes o, a veces, incluso en voz alta. Incluso, podemos referirnos a nosotros mismos de una manera particular en presencia de otros.
¿Qué palabras, tono y enfoque estás utilizando? ¿Es amable o duro, constructivo o perjudicial, alentador o casi una fuente de castigo?
Nuestro diálogo interior alimenta la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos, la forma en que interactuamos con los demás e incluso podría influir en cómo nos perciben los demás.
¿Cómo crees que alguien reaccionaría ante otro que usa un lenguaje duro y crítica y devalúa cualquier esfuerzo durante todo el día? Probablemente sería insoportable cuando pensamos en él como otra persona, entonces, ¿por qué todavía pensamos que es aceptable o necesario ser duros con nosotros mismos?
Explora este punto con apertura y compasión y ve lo que encuentras.
5. ¿Cuáles son mis hábitos mentales más frecuentes?
De manera similar a la pregunta que exploraba lo que consumimos a través de los sentidos, es fundamental preguntarnos qué actividades o hábitos relacionados con nuestra mente, de manera directa o indirecta, son los más comunes en nuestras rutinas.
Por ejemplo, ¿estás practicando algún tipo de autocuidado para tu mente? Esto podría incluir reducir tu tiempo con dispositivos electrónicos, limitar tu tiempo en las redes sociales, meditar, escribir un diario, prácticas espirituales, terapia, ejercicio y una dieta saludable.
No desestimes la importancia de estos hábitos porque influyen en cuán resistente eres ante las adversidades y dificultades, impactan en cómo respondes y reaccionas a tus propias emociones, pensamientos, sensaciones corporales y eventos externos.
6. ¿Cuáles son tus aspiraciones para los próximos meses?
Establecer una aspiración es una manera maravillosa de alinear tus valores, objetivos y prioridades fundamentales.
Si te has dado cuenta a través de la exploración anterior que necesitas reorganizar algunas cosas en tu vida o modificar tu horario para cuidarte mejor, puedes tener la aspiración de concentrarte en lo que más necesitas para tu salud mental y bienestar general.
Ejemplos de aspiraciones podrían ser:
- Cultivar la paz
- Fomentar la resiliencia
- Aumentar mi amabilidad
- Impulsar mi
- productividad
Espero que este ejercicio de autorreflexión te haya resultado útil.
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Te envío mis mejores deseos
Laura